Fui a la última misa en el altar del patio
y quedé temblando como una hoja en el viento
oyendo la oración de las palabras
y lamiendo la carne del verbo delicioso
sacerdote del poema
dejaste sujeta y predicada
a la belleza
y quedé temblando como una hoja en el viento
oyendo la oración de las palabras
y lamiendo la carne del verbo delicioso
sacerdote del poema
dejaste sujeta y predicada
a la belleza